COLEGIATA ~ Historia y Arte
Se construyó sobre la antigua parroquia visigótica del siglo V. Una sepultura humana y una piedra plana en su cabecera, con el Crismón inciso XP, junto a otros restos y antiguos muros, aparecidos en obras de restauración de 1976, así lo atestiguan.
El Marqués de Villena y Maestre de la Orden de Santiago, don Juan Pacheco (1419-1474), hace labrar y edificar de nuevo desde los cimientos casi toda la iglesia de Belmonte. A instancias suyas el Papa Pío II (pontificado, 19 de agosto de 1458 a 14 de agosto de 1464) erige la Parroquia de Belmonte en Colegiata en el año de 1459, para que sea digna de la gloria de Dios y del Bienaventurado San Bartolomé a quien está dedicada, según la Bula del Concilio de Basilea en 1436. Esto supone que exista un Cabildo, presidido por el Prior, llegando a 32 entre canónigos y prebendados que lo componían. Sus obras continuaron a lo largo de los cuatro siglos siguientes.
Así queda la Iglesia parroquial, ya con el título de Colegiata, de planta de tres naves amplías y de severa magnificencia, con cuatro tramos que separan gruesos pilares redondos, soportando arcos apuntados y bóvedas de crucería. Los soportes son columnas circulares, sólidas y robustas, con doble columnilla o baquetón que sirven de apoyo a las mismas bóvedas.
En la intersección de todos los nervios de bóveda, así como en su apoyo en cada una de las columnas correspondientes, aparece un motivo heráldico con las armas de los apellidos del Marqués de Villena. Como hemos apuntado, la primera edificación fue de época visigótica, pasando a ser adaptada a los tiempos del románico, para posteriormente concluir con el gótico, majestuosamente representado en los contrafuertes y ventanales del ábside.
La puerta de los Perdones, la del poniente, está flanqueada por dos arcos germinados y rebajados, cobijados bajo otro ligeramente apuntado, en cuyo tímpano y sobre el parteluz surge la figura solemne y majestuosa de San Bartolomé.
La puerta del Sol, orientada al mediodía, está cercada por dos pináculos góticos. El hueco de la puerta es un arco rebajado e inscrito dentro de otro trilobulado del gótico florido. El tímpano sufrió una transformación en el siglo XVI adosando elementos platerescos en su decoración. En la hornacina se cobijaba una imagen de la Virgen que desapareció en 1936, por lo que en 1973 se incorpora una imagen gótica de San Andrés, traída del hospital de la Villa del mismo nombre.
La piedad y devoción de las familias nobles de Belmonte fue agregando capillas en las naves laterales de la Colegiata, dotándolas de altares, rejas, imágenes, pinturas, ornamentos, orfebrería, etc.; todo ello avalado por sus correspondientes documentos recogidos en el archivo parroquial. Allí se encuentran cartas de donación, censos, testamentos, libros de fábrica, capellanías, bulas y privilegios, contratos, actas capitulares con todo tipo de detalles, escrituras de venta y condiciones de obra de arquitectos, canteros, alarifes, entalladores, rejeros, pintores bordadores, orfebres y organeros. Todos ellos recogen la maestría de sus autores, los mejores de Castilla, que despliegan sus obras durante cinco siglos.
Planta de la Colegiata de San Bartolomé, según Luis Andújar Ortega
Según Decreto del 27 de julio de 1943, La Colegiata es declarada Monumento Nacional (B.O.E. del 03 de agosto de 1943, art. 1 y 2).